Respondemos a una de las preguntas más populares durante las visitas enoturísticas a las bodegas: cómo conservar el vino en casa en perfectas condiciones.
A nadie le gusta echar a perder una buena velada por no disponer del espacio o las condiciones adecuadas para conservar el vino en casa.
Por eso, hoy te traemos 5 consejos muy sencillos para conservar el vino en casa, no descuidar el correcto almacenaje de tus vinos y evitar llevarte una sorpresa al abrir una botella.
Pero antes de abordar este tema en profundidad, es necesario que analices qué tipo de vino tienes en casa, ya que no todos los vinos mejoran con el tiempo.
Como norma general, los vinos jóvenes tintos, blancos y rosados deben beberse durante el año o año y medio posterior a su fecha de comercialización. No están pensados para envejecer en botella pues pierden toda su frescura y carácter afrutado. Sin embargo, los blancos que han sido fermentados y criados en barrica son mucho más longevos.
Un tinto Crianza que ha sido criado entre 12-16 meses en barrica suele tolerar bastante bien un tiempo de guarda de 5 años.
Mientras, los Reservas y Grandes Reservas, vinos con envejecimientos en barrica más largos y complejos (en algunos casos como en los Grandes Reservas de hasta 36 meses) pueden tener una curva de vida de entre 10-15 años.
Pero todo esto, siempre y cuando hayan sido conservados de la manera que te mostramos a continuación.
Y debemos tener en cuenta que estas fechas de consumo son estimaciones, puesto que habría que valorar las condiciones individuales de cada botella y tipo de vino en cuestión. La añada, la variedad de uva, tipo y tiempo de envejecimiento y la denominación de origen son factores influyentes cuando se quiere conservar un vino durante un periodo de tiempo largo.
5 consejos para saber cómo conservar el vino en casa en perfectas condiciones:
1. Busca un lugar con pocos contrastes de temperatura
Lo ideal es que el vino se mantenga a una temperatura constante de entre 12-16 ºC, siendo el factor más importante la ausencia de grandes oscilaciones térmicas entre las diferentes épocas del año.
Somos conscientes de que no todo el mundo dispone de una bodega subterránea o sótano, pero guardar las botellas en la cocina, sin duda, es la peor de las elecciones. Busca un lugar con temperaturas estables y tus vinos lo agradecerán.
2. Además de temperatura estable, la humedad debe ser relativamente alta
La humedad debería oscilar entre el 60%-80%. Con esto, lograríamos volver a incidir en que el corcho no se seque, se vuelva poroso o se contraiga y, por tanto, el vino no se oxide prematuramente o entren olores desagradables.

3. Mantén siempre las botellas en posición horizontal
Con esto, consigues que el corcho esté siempre en contacto con el vino por lo que se mantiene humedecido y correctamente dilatado. De este modo, se evita la entrada de aire que provocaría una oxidación precoz del vino.

4. Evita las vibraciones y los olores excesivamente fuertes
Para prevenir que el sabor y los aromas de nuestros vinos se vean comprometidos, debemos mantenerlos alejados de olores fuertes, penetrantes y persistentes. Si guardamos las botellas en una habitación bien ventilada y aislada de olores intensos, impediremos que puedan transferirse al vino. Por su parte, las vibraciones y los ruidos constantes también son perjudiciales así que evita una estancia con estas características.
5. No expongas las botellas a la luz directa, ya sea natural o artificial
Es muy importante que el lugar donde almacenemos nuestras botellas sea oscuro y no reciba ningún tipo de luz, ya que la exposición continuada a la luz solar o artificial puede llegar a provocar ciertas reacciones químicas que afecten negativamente al color y al sabor de los vinos.
Y si quieres saber cuál es la mejor manera de conservar una botella de vino ya abierta, permanece atento, que te lo contaremos en los próximos días.
Y recuerda, conservar y almacenar correctamente el vino hoy nos garantiza una mejor experiencia de cata y disfrute mañana.